El internacionalismo es uno de los valores fundamentales del sindicalismo que estamos construyendo. No se trata de una elección emocional o moral, sino de una política: la lucha de clases no se detiene en las fronteras de los estados ... ¡los patrones lo saben y se organizan en consecuencia! Frente al internacionalismo capitalista, se planteó la cuestión del internacionalismo real del movimiento obrero y, en particular, del movimiento sindical. Este es uno de los temas sobre los que colectivamente tenemos que trabajar más eficazmente, a menos que queramos contentarnos con comentar los acontecimientos y analizar nuestras derrotas sucesivas. Esto es lo que estamos tratando de hacer, especialmente a través de la construcción y fortalecimiento de la Red Sindical Internacional de Solidaridad y de Luchas, pero también a través de muchos otros compromisos internacionales en nuestros boletines y revistas boletins.

Nuestro sindicalismo de contrapoder se basa tanto en la defensa diaria de los asalariados como en la perspectiva de una profunda transformación social; es un sindicalismo de lucha, para la construcción de relaciones reales de fuerzas para contrarrestar las políticas de los empleadores. Estos no se limitan al marco nacional, lo que es una razón adicional para no circunscribir nuestro sindicalismo.

Las acciones de solidaridad internacional son particularmente útiles, son factores de apoyo, de estímulo para quienes luchan y, muy a menudo, para quienes se enfrentan a la represión. También es el medio de informar directamente sobre las movilizaciones, sin pasar por intermediarios mediáticos o políticos que a menudo los distorsionan o los silencian. También se trata de construir luchas internacionales, como ya lo hemos hecho, en una escala todavía demasiado modesta, en el sector ferroviario, la salud, las tiendas y los servicios, los centros de atención telefónica.