Hacia un nuevo ciclo del Altermundialismo

, por  MASSIAH Gus

Para terminar este informe les propongo algunas reflexiones personales sobre el paso a un nuevo ciclo del altermundialismo que cuestiona los Foros Sociales Mundiales y su futuro.

La definición de altermundialismo que tenemos es la de un movimiento histórico de emancipación que prolonga y renueva los movimientos históricos precedentes: el movimiento obrero, el movimiento campesino, el movimiento de la descolonización... Este movimiento comienza a finales de la década de los setenta con una nueva etapa de la mundialización capitalista, la etapa del neoliberalismo y la financierización. Ya ha pasado por varias fases: al principio, la de recuperación tras la descolonización, con la imposición de los planes de ajuste estructural y la deuda como arma. Después, la de la disconformidad de las instituciones internacionales sobre la financierización a partir de las movilizaciones mundiales contra el G7 y el G20, el FMI, el Banco Mundial y la OMC. Por último, la fase actual de los Foros Sociales Mundiales, que empezó en el 2000 y que está prácticamente acabada.

El altermundialismo se enfrenta en primer lugar a la evolución de la situación internacional y a la de la mundialización capitalista. La crisis financiera de 2008 ha mostrado el debilitamiento del neoliberalismo y la fragilidad del capitalismo financiero. La creciente concienciación ecológica, especialmente sobre el clima, ha mostrado los límites del capitalismo y del productivismo. Las medidas para salir de la crisis, la deuda y los planes de austeridad han exacerbado las desigualdades y la desconfianza hacia los políticos. A partir de 2011, estallaron sublevaciones en numerosos países y millones de personas ocuparon las calles y los lugares públicos. La reacción alcanzó una gran brutalidad mediante la represión y las medidas de seguridad extremas, así como con la ola de guerras descentralizadas. Las ideologías racistas, xenófobas, antimigratorias y las que van contra los más desfavorecidos se han convertido en protagonistas. Los gobiernos conservadores se han hecho con el poder en América latina y en otros lugares del mundo. Tras Temer en Brasil, la llegada de Trump ha confirmado la Edad de Hielo política.

Este aumento de poder de la derecha y la extrema derecha no se ha impuesto sin resistencia. Es una respuesta a la fuerza de los movimientos sociales y ciudadanos de la década de los 2000, que se encuentran en los Foros Sociales, los movimientos sindicales de trabajadores y agricultores, los movimientos de las mujeres, de los pueblos indígenas, de los habitantes, de los ecologistas, de los derechos humanos, etc. Es una respuesta a los movimientos insurreccionales que se producen desde el 2011, a las insurrecciones del Magreb y del Máshrek, a los indignados, al movimiento occupy, a los movimientos estudiantiles, a la plaza Taksim en Estambul, etc. Actualmente, una nueva ola de movimientos de resistencia se empaña con el black lives matter y el rechazo de los oleoductos en Dakota y Canadá, y desde la elección de Trump, con los millones de manifestantes de más de 600 ciudades de todo el mundo. Los pueblos no se han disgregado y el conflicto se vuelve cada vez más violento.

Desde el inicio del neoliberalismo no han faltado los acontecimientos y las rupturas. Recordemos la implosión de la Unión Soviética, la nueva estrategia estadounidense tras los atentados de Nueva York en 2001, la desestabilización de Oriente Medio a partir de las guerras de Irak... El mundo está en pleno proceso de cambio. Desde el punto de vista de los movimientos emergen nuevas pistas. Citemos, entre otras, la unión de lo social y lo ecológico, la unión de las bases sociales y los proyectos, la radicalización de la democracia y el rechazo de las formas de corrupción, en concreto la corrupción política que surge de la fusión entre las clases políticas y las clases financieras; la nueva unión de las escalas de poderes locales, nacionales, regionales y mundiales, etc.

El proceso de los Foros Sociales Mundiales tiene su importancia, pero no ha tenido la capacidad de unificar todos los movimientos de resistencia y todas las iniciativas. Por un lado, la radicalidad de las luchas y las movilizaciones se encarna más en su singularidad que en su convergencia. Por otro lado, las circunstancias son diferentes, y las circunstancias locales y nacionales se imponen a la escala regional y mundial. A pesar de la permanencia del poder financiero y de las multinacionales en la mundialización, la situación internacional se está transformando. El paso a un mundo multipolar cambia la situación; el imperialismo americano se encuentra en decadencia, aunque no ha perdido su efecto, el nuevo balance geopolítico es inestable, las circunstancias locales son menos dependientes de los balances globales y menos previsibles.

Los movimientos sociales y ciudadanos afrontan que deben redefinir su estrategia para valorar su situación en la escala nacional. También tienen que considerar la evolución de la situación internacional y las circunstancias regionales para sopesar la evolución por la que han pasado la mundialización, la evolución geopolítica y la evolución ideológica con el refuerzo de las ideas xenófobas, racistas, bélicas y las medidas de seguridad extremas que apoyan las fuerzas de la extrema derecha y de la derecha extrema. La estrategia de cada movimiento deberá organizar la defensa contra los peligros y la definición necesaria de un proyecto alternativo de emancipación. Ninguna estrategia de movimiento podrá pasar por alto la dimensión internacional. La importancia de la renovación del proceso de los Foros, o de lo que lo sucederá, será definir una estrategia internacional común a partir de las estrategias de los movimientos.

Los Foros Sociales Mundiales mantienen su importancia y serán uno de los componentes de la nueva fase del altermundialismo. Serán uno de los espacios de dónde emergerán las nuevas formas del altermundialismo, las nuevas formas de lucha, las nuevas formas de movilización y las nuevas formas de redefinir los poderes. Todavía es necesario que el proceso de los Foros se adapte y se renueve para contribuir con el nuevo curso. Los Foros siguen siendo una de las pocas bases de dimensión internacional y de enfrentamiento de los movimientos, un amplio espacio de definición estratégica, una base para la resistencia, un lugar de elaboración de los proyectos de emancipación y un lugar de enfrentamiento de las nuevas prácticas. Los movimientos sociales y ciudadanos todavía tienen que reconocer su utilidad.

Se han destacado dos extensiones del proceso de los Foros Sociales Mundiales:

  • Partir de las luchas y de las nuevas formas de lucha (la apropiación de las tierras, la solidaridad con los emigrantes, el black lives matter, Dakota Access, el oleoducto de Kinder Morgan en Canadá, las manifestaciones de mujeres contra Trump...) e identificar los movimientos y las nuevas formas de movimientos a partir de las luchas y de las nuevas formas de lucha.
  • Redefinir el proceso global de las movilizaciones internacionales inscribiendo los acontecimientos relacionados con el proceso de los Foros en un conjunto más amplio (urgencia climática, OMC, extractivismo, agenda urbana mundial, transnacionales, librecambismo...).

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