“El proceso de paz”, que culminó con los Acuerdos de Oslo de 1993, fracasó por haber ignorado dos temas clave: la naturaleza del Estado de Israel y el derecho al retorno de los palestinos expulsados en 1948. Sin embargo, en 2005, el Relator Especial de las Naciones Unidas Sérgio Pinheiro definió “Principios” en torno a la restitución de las viviendas de los deportados o desplazados. Esos principios, detallados y precisos, merecen ser releídos a la luz de la persistente pasividad de la comunidad internacional en relación a los derechos de los palestinos.