Moria arde. Este horror en el corazón de Europa fue denunciado ya en 2015 por decenas de organizaciones. En el momento del incendio, 13 mil personas estaban encerradas en una prisión de barro, basura y violencia.
Esta situación es indicativa de la necropolítica general practicada por la Unión Europea y sus estados miembros hacia los pueblos migrantes y refugiados y se combina con la política de externalización militarizada de fronteras.