Las luchas interseccionales y la solidaridad dependen de la comprensión de que estamos inmersos en una red mundial, de que la justicia es indivisible y de que si no nos mantenemos unidos más allá de las fronteras arbitrarias del Estado-nación, la religión, la etnia y la sexualidad, entonces somos parte del problema.
La necesidad de denunciar y oponerse a todas las formas de racismo, sexismo, xenofobia, clasismo y más debe informar al activismo de los POOPs (Progresistas sólo en relación con Palestina), que necesitan entender que Palestina no es una excepción, y que vincularla a otras luchas no es una dilución, sino un compromiso crítico. También debe dirigirse al gran porcentaje de liberales que sufren de PEP. Son progresistas, excepto en relación con Palestina.