Luego del escenario político que nos evidenciaron las últimas elecciones, hemos estado reflexionando acerca de cómo llegamos a las personas que no se han sentido llamadas por nosotras. Esto, sin renunciar a nuestra porfía y capacidad de interpelar y luchar por más democracia en el país, en la casa y en la cama, en todos los espacios que habitamos; y luchar por la reparación a víctimas y sobrevivientes de la dictadura cívico-militar y el juicio y castigo a los responsables.