10 años después de su adopción por los miembros del Consejo Internacional del FSM, el Movimiento de los Comunes ha surgido para convertirse en una fuente de inspiración para los hombres, las mujeres y los proyectos políticos que aspiran a conciliar lo social y lo ecológico en el siglo XXI.

Los bienes comunes son algo más que la suma, por otra parte indispensable, de las iniciativas de reparto y ayuda mutua y la ingeniería jurídico-económica que permite su desarrollo. Son la expresión de un amplio impulso social por la democracia y la participación activa que responde a las actuales movilizaciones feministas, antirracistas, decolonialistas y ecológicas, para que cuidemos la vida y la realización de todos y cada uno de nosotros y el estado del planeta Tierra. La responsabilidad de los movimientos sociales y de la sociedad civil es movilizar el poder del compromiso en y para los bienes comunes para convertirlo en una fuerza de renovación de las culturas políticas y jurídicas, indispensable para derrotar al capitalismo financiarizado con tendencias autoritarias.