Nuevas guerras de dislocación (disrupción)? Son diferentes de las "viejas" guerras entre Estados-nación. Se llevan a cabo dentro de países o regiones determinadas. No se oponen directamente a los Estados, sino que involucran a una multiplicidad de actores, ejércitos, milicias diversas y fuerzas armadas externas.
Estas nuevas guerras nacen de crisis sociales. Lejos de ser el resultado de la competencia entre países, provienen del fracaso de los gobiernos nacionales y de las autoridades públicas, es decir, de su incapacidad para hacer frente a la descomposición social. Una vez que estas crisis dan lugar a un conflicto armado, las principales potencias, las potencias regionales y los países vecinos intervienen sistemáticamente.
La securitización es la transformación política de los problemas sociales en cuestiones de seguridad: los gobiernos definen ciertos problemas políticos o sociales como "amenazas" (por ejemplo, los migrantes), y por lo tanto despliegan medios especiales (militares, legales, políticos, ideológicos...) que restringen y destruyen los derechos fundamentales. En la práctica, estas políticas públicas cada vez más orientadas a la seguridad significan menos seguridad para los ciudadanos.
En este contexto, se está desarrollando un "complejo de seguridad militar" en torno a corporaciones activas tanto en el sector militar como en el civil, al servicio tanto de las intervenciones militares externas como de las políticas de control interno. Las operaciones "securócratas" están dirigidas por grandes o pequeñas potencias. La seguridad insegura conduce a un aumento del gasto en armamento y, de manera más general, del gasto en seguridad, en beneficio de este "complejo".