Para combatir la migración irregular, la llamada “Fortaleza Europa” ha recurrido a controles fronterizos más estrictos y a una mayor militarización del mar Mediterráneo. Tales medidas no conllevan un número reducido de inmigrantes que llegan a Europa, sino impuestos más altos, una mayor dependencia de contrabandistas sin escrúpulos y un mayor número de muertos.
En este artículo de opinión, Messaoud Romdhani analiza brevemente cómo la Asociación de Movilidad de la Unión Europea y Túnez y la Agenda Europea de Migración no han detenido la migración irregular procedente del norte de África hacia Europa ni han reducido el número de muertos en el mar.
Romdhani comenta que echarle la culpa a los contrabandistas de las migraciones irregulares y de los consecuentes ahogamientos ignora los factores de empuje que llevan a las personas a tomar la decisión más importante de su vida. También desvía la atención de la responsabilidad de los goviernos europeos de las miles de muertes que se producen en el Mediterráneo cada año.