Tenemos que volver a encarrilar el mundo". El objetivo de la cumbre sobre los ODS que se celebrará durante la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre en Nueva York es muy claro. A mitad de camino hacia 2030, fecha límite para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el futuro parece bastante sombrío.
Se pueden tener serias dudas y críticas sobre estos objetivos, pero se encuentran entre los mejores que ha producido nuestro mundo. Cualquiera que sea la perspectiva, desde el Norte o el Sur, desde la modernidad o el poscolonialismo, no se puede negar la importancia de enseñar a los niños a leer y escribir, de que todas las personas vivan con buena salud y de construir un mundo sin pobreza y con desigualdades reducidas. Nuestro mundo es tan inmensamente rico que resulta difícil comprender por qué esto no sucede.

Muchas respuestas son posibles. Se puede aludir a la reciente pandemia, a la mala gobernanza, al comercio y las condiciones comerciales desleales o a los restos del colonialismo. Aunque todo esto puede ser cierto, ninguna de estas explicaciones puede ser suficiente.

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